martes, 21 de abril de 2009

Pequeños Grandes Sacrificios


¿Que es lastimar a una persona amada temporalmente, mientras somos nosotros quienes queremos? ¿Que es ser quien todos quieren que seamos, mientras somos infelices? Pequeños grandes sacrificios, por nuestro bien, por nuestro mal.

Porque aunque mama o alguien más quisiera que saltara de ese árbol de flores moradas que acabo de escalar, no puedo escucharla. No puedo, no debo, no quiero. Se que caeré y me romperé una pierna; y que nunca mas podría volver a subir ese árbol. Siempre lo tendría frente a mí, recordándome donde estuve o talvez mostrándome que tan alto pude haber llegado. ¿Qué pasa si me tiro y después no me ayudan? ¿Mmmm…?

Así, aprendí a no complacer a los demás.


Un día más, un día menos. El cuarto esta helado, aunque se que afuera el clima es un infierno. Me duele el brazo, victima de la circulación, una que otra astilla clavada en la mano. Camino lento, camino rápido; pronto se hará un agujero en el piso. Odio pensar, pero amo usar el corazón.


Quiero ayudar, quiero apoyar, quiero leer y quiero escuchar. Porque aunque hace dos minutos tenía 10 años, hoy tengo casi 20. Pero aunque pase rápido, pasa lento. Solo espero, que esa confusión no dure mucho y puedas realmente ser feliz. Descansa, estoy aquí.

“And here it goes my Nagasaki Bomb!”


Fotografia por: Tato Polanco

domingo, 19 de abril de 2009

Dos Caras


La ventana esta abierta; algunos rayos de luz cruzan indecentemente en un domingo soleado por la necesidad de hacer nada. Pero los miedos ahí están. Compañeros de una vida incapaz de seguir dar un primer paso. O talvez, sin ir al extremo, es un simple miedo a la oscuridad.

Todos tenemos miedos, algunos más grandes que otros; algunos tontos, algunos serios, algunos sin sentido. Pero, si solo viéramos que son una perturbación angustiosa que finge nuestra imaginación. Que son todas aquellas imaginaciones de lo negativo que puede suceder. Humo que no deja ver más allá. Pero a final de cuentas, una moneda de dos caras.

Porque es como la adrenalina. Si bien nos puede paralizar y detener en nuestra vida, también nos puede dar la fuerza para avanzar, dejarlos atrás y crecer. Si tengo miedo a la oscuridad, apago la luz. Si tengo miedo a manejar, manejo. Si me diera miedo amar, amo. Supongo, que no hay que dejarnos dominar, porque al final… es nuestra mente. Y sin miedo, no existiría eso que algunos llaman valor.

“Y con todos mis miedos sobre la mesa, paso a escribir cada uno, paso a matar cada uno de mis miedos, paso a reflejarlos para enfrentarlos…”


Fotografia por: Laura Venegas

martes, 14 de abril de 2009

Mi Mar de Luz


En mi mar de luz, en ese mar de infinidad de colores. Todo es posible, la verdad, es muy gracioso realizar lo imposible. Es donde voy más allá de mis capacidades y alcanzo esas estrellas a lo lejos. Que me llaman, que dicen: Acá están tus sueños, acá están tus deseos, acá están tus ilusiones. Compártelas y aunque crean que eres vanidoso al contar todo esto, no lo eres. Estas en tu derecho, tienes el talento.

Esto es lo que quieres. Esto es lo que quiero. Porque todo esta en ir mas allá de ese mar de fantásticas posibilidades y horribles tormentas, y llegar a ser quien quieres. Tus sueños, tus deseos, tus ilusiones. Tu, yo.

En mi mar de luz, en ese mar de infinidad de colores. Las olas son gigantescas, pero no más grandes que pequeñas piedras. Porque aunque se cierren puertas, Dios abre ventanas. Así lo veo desde la playa. A inicios de una vida por delante, a inicios de un mar por cruzar. Mi mar, mi vida.

Porque compartir y crear sueños será mi vida. Porque a través de las imágenes vivas atrapadas en un lente y cinta, quiero que la gente se transporte más allá. Que sueñen, que imaginen; quiero llegar a los corazones. Quiero. Puedo. Creo.

Celeste, amarillo, verde, naranja. En mi mar de luz. Donde soy quien creo, donde soy quien quiero. Donde soy yo, donde esta mi vida y mis sueños. Es hora de empezar a remar, poco a poco. Milla tras milla, legua tras legua. Para llegar a otras playas, costas. Pero nunca islas.

Si, eso quiero. Transmitir sueños.

“¡Mira! ¡Tu fotografía, se ve como si fuera un mar de luz!”


Fotografia por: Tato Polanco

sábado, 11 de abril de 2009

Un Hijo


Un hijo, dicen por ahí, siempre debe agradecer todo el tiempo lo dado. También debe ser mejor, crecer más y llegar más lejos de lo que sus padres llegaron. He visto casos así, y algunos casos tristes en que no. Hay casos en los que muchos rompen ese molde, que viene desde generaciones. Muchos padres lo aceptaran, otros harán sus esfuerzos por aceptar y otros simplemente dirán no.

No seguí la carrera que les parecia, no soy hábil en lo que ustedes si, solemos pelear mucho. Nunca gane medallas o premios de algún tipo, solo el derecho a mi graduación de secundaria. Se también, que no soy el hermano mayor ejemplar, según se me miras como el origen del mal. ¿Será que rompí tu molde lineal y lo cambie por uno sin forma ni tamaño y con infinidad de colores? Odio pelear.


Pero, como no existe el hijo perfecto; tampoco existe el padre perfecto. Al menos se, que no soy todo lo que quisieron. Pero, tengo otros talentos y habilidades, como también otros defectos. Puedo hacer muchas cosas que no imaginas, tengo muchos sueños y deseos. ¿Por qué no tomas el tiempo y preguntas? Nunca platicamos, nunca conversamos. Solo peleamos.

“Apenas podes respirar, apenas podes. El frió de la ciudad te congelo los pulmones, talvez, un poco el corazón.”

Fotografia por: Tato Polanco

miércoles, 1 de abril de 2009

Parentesis No.10


Supongo que la vida da sorpresas, la mayoría de las veces muy buenas. Contra todo pronostico, logre entrar a la universidad. Deberían haber visto mi cara ayer, sonreí mucho. Todo ha de pasar por algo, yo nunca he creído en las casualidades ni en la suerte. Mientras escribo esto, también estoy a algunas horas de emprender un viaje, a mi viejo hogar. Se que no será un viaje de placer, pero me servirá para distraerme al menos una semana.

Amo viajar por carretera, es mil veces mejor que viajar en avión. Ves el paisaje, las ciudades, los pueblos; puedes sentir el viento en tu cara. Simplemente genial. Para cuando vuelva a escribir, ya serán 3 meses con Laura. Estoy muy feliz, aunque la veré 6 días después. Te extraño amor, ten cuidado en el norte. El tiempo vuela como el viento, y a mi me encanta tener el viento en mi cara. Ya vengo…

"Hoy estuve de tan buen humor, que quiero a todos muertos..."

Fotografia: Rommel del Cid